Cuando Xavier Domingo empezó a escribir su crónica gastronómica semanal en la revista «Cambio 16», el país vivía la euforia electoral de una recién estrenada y aún periclitante democracia. Escaso era el interés por la buena mesa, pese al esfuerzo de algunos pioneros como Néstor Luján y Luis Bettónica, quien «presenta» aquí el libro de su nuevo colega y viejo amigo.
Hoy, con el desencanto que la atonía de la vida en democracia española nos depara, cada cual intuye que debe arreglárselas por su cuenta para vivir. . . y comer mejor. Nadie puede extrañarse, pues, de que quien durante años fue militante troskista y miembro activo del grupo surrealista francés firme ahora, en plena expansión burocrática, un libro titulado Cuando sólo nos queda la comida, que reúne casi todos los artículos gastronómicos publicados entre 1976 y 1978 en «Cambio 16», «Historia 16», «Historia y vida» y otras revistas especializadas.
No se trata, pues, de un recetario, aunque el gourmet también encuentre aquí algunas recetas sabrosas y curiosas. Es más bien un libro que, a la vez que nos cuenta la historia y la anécdota de la gastronomía, revela toda una filosofía de la vida —de la vida cotidiana—, del buen vivir y comer con lo que se tiene al alcance de la mano, mucha fantasía y mucho humor.