Este relato corto es una excelente narración desencantada y escéptica como lo es la generación que describe : la del Paraninfo, la de los héroes estudiantiles del 57. Es el descanso de los primeros guerreros ; y más que descanso, su entrega lúcida a la pequeña y aburrida supervivencia en lo cotidiano y establecido. Habían creído firmemente cambiarlo todo por fin, y no les queda más que el recuerdo de apocalípticos gestos y personajes.
Cuando Lis propone a Pedro : «¿No podríamos volver a empezar ? Tú y yo. En otra parte.», éste contesta : «Creo que no. Sería una locura. . . » El otro país de Riera podría ser el que habían esperado en «aquellos tiempos» Gonzalo —el exiliado que vuelve—, Marc y los dos protagonistas. Y no el país en el que viven impotentes e insatisfechos, vacilando entre la añoranza y la mala conciencia.