El jueves 21 de octubre de 1982 una mujer de 68 años ingresa de urgencia en el Hospital Americano de París para someterse a una cura de desintoxicación. Esta mujer mayor, corroída por el alcohol, no es otra que la gran escritora francesa Marguerite Duras, M.D., autora de la ya célebre novela El amante (Tusquets, 1984), escrita poco después de esta cura. La acompaña un joven de treinta años, Yann Andréa, a la vez testigo y protagonista del drama, autor de este diario desgarrador, quien, compañero de la autora desde 1980, es, según ella, «el único hombre que soporta que yo escriba”.
El diario empieza en agosto de 1982 y termina en enero de 1983. Cinco meses en los que Yann Andréa comparte con nosotros la angustia, los delirios, el sufrimiento, pero también la entereza y esa obstinación inquebrantable por escribir, única tabla de salvación para la escritora. En ese tiempo, la seguimos pues, no sólo en su viaje y estancia en los infiernos, sino también en la lenta y exigente elaboración de ese libro deslumbrante que es El mal de la muerte (Tusquets, 1984).