Primer amor es un sketch de cine cómico mudo. Beckett, en muchos de sus libros y en particular los primeros (Watt, Mercier y Camier, Relatos…) hace reir ; una risa de esas que se le escapan a uno sin querer, que dan un poco de vergüenza porque, en realidad, la situación es patética.
Según Félix de Azúa, en el prólogo, «el protagonista no es tan brutal como en otras ocasiones, no es ese montón de harapos, ese pedazo de estiércol a que estamos habituados. Tampoco su enamorada es excesivamente monstruosa ; tan sólo gorda. Y sin embargo la relación es monstruosa porque él -era de temer-, no la ama. La amó un instante, cuando grababa su nombre en los excrementos secos de las vacas, como cualquier colegial enamorado, pero luego se unió a ella con el único propósito de acabar con una obsesión». Primer amor es pues una novela de humor a medio camino entre la desesperación y el estusiasmo.
Angel Jové, quien ilustra casi todas las cubiertas de Beckett publicadas en España, esta vez vio este primer amor como un trasero en forma de corazón…
Samuel Beckett tenía casi toda su obra escrita, incluida la trilogía, cuando, tímidamente, su esposa entregó a Jérôme Lindon el montón de papeles que había sido rechazado por todas partes. Después de su primera visita a este editor, Beckett regresó a casa cabizbajo y más pajarraco que nunca. Su mujer, extrañada, le preguntó si se habían peleado. «No, dijo, lo que pasa es que me sabe mal arruinar a un hombre tan amable»
Y las ventas de los primeros años…