«Estoy segura de que cuando termines este libro, te sentirás como Tom, notarás vértigo y melancolía y, como él, comprenderás que hay cosas que suceden que no tienen una respuesta precisa. Y pasarán los años, y cada vez que veas un río con el caudal contaminado recordarás al de esta novela y te preguntarás qué habrá sido de todos sus personajes».
Del prólogo de ANA MERINO
Las vacaciones de Semana Santa de Tom y Martín suelen ser predecibles. En la sierra, con sus familias, los amigos, las bicis, el río, la naturaleza… Nada demasiado memorable salvo el reencuentro, que les permite disfrutar de la amistad que los une desde que eran pequeños. Sin embargo, ahora, con casi catorce años —en lo que parece que van a ser sus últimas vacaciones juntos—, ocurrirá algo que cambiará para siempre su percepción del mundo. Conocerán al enigmático hombre que vive en la casa llamada Los Rosales y a su hija Danae; este encuentro provocará una sacudida en la vida de los dos amigos que los precipitará hacia una tensión desconocida y les mostrará que uno se hace mayor cuando pierde la inocencia. Así, mientras los adultos cargan con un pasado doloroso que vuelve a ellos con intensidad, los jóvenes comenzarán a construir su vida y su futuro.