Colón es tal vez el mayor enigma histórico de la Edad Moderna. José Luis Espejo, autor de esta monografía, ha dedicado más de veinte años de su vida a profundizar en su estudio. Ha visitado incontables archivos y bibliotecas en distintos países, y se ha puesto en contacto con diferentes expertos en la materia. A raíz de este esfuerzo ha dado con la que podría ser la pista definitiva, reveladora de su auténtica identidad.
El Colón real poco tiene que ver con los Colombo genoveses. Su perfil encaja con el de Joan Cristòfor Colom, hijo de Francesc Colom i Bertran y de Maria de la Cavalleria. Su padre natural era un canónigo de Barcelona, y su madre una judía conversa de Girona. Fruto de este concubinato, considerado escandaloso en su época, habría nacido en Génova, donde los Colom (y sus aliados, los Bertran y los Casanova) tenían sólidos intereses comerciales.
Puesto que su familia paterna estaba ligada a la marina, con cinco almirantes en su haber, Joan Cristòfor Colom habría dejado de lado los estudios eclesiásticos, tras su tonsura, para dedicarse a navegar. Estaba emparentado con Pere Margarit Bertran, jefe militar de la segunda expedición a las Indias.
Éstas son algunas de las «coincidencias» que definen el perfil de Joan Cristòfor Colom, «nuestro Colón». Así pues, ¿era italiano?, ¿era catalán?, ¿era castellano?, ¿era francés?, ¿era portugués? Cristóbal Colón, como su contemporáneo Leonardo da Vinci, era realmente un «ciudadano europeo», un «hombre sin patria» y al mismo tiempo universal.