Las meditaciones de un padre primerizo que aún no ha conocido a su hijo, y que ante la ausencia de una tradición literaria sobre la paternidad venidera hace de ella un recorrido poético que se habita y siente en todos los sentidos, ocupan todos y cada uno de los poemas de Paternación. Pedro Martín Aguilar se dirige a una descendencia desconocida sorteando prejuicios y miradas sociales, y aprehendiendo de una gestación propia que se produce en la alteridad. Lo físico y lo anímico mudan su realidad en una reflexión experiencial en torno al proceso de cualquier embarazo (el sexo, los nombres, las ecografías), así como en una mirada desde el presente hacia el pasado nada ajena a los puntos intermedios, al mestizaje, a la infancia, a la denominación de las piedras y a las idas y venidas de territorios siempre extranjeros. La poesía de Pedro Martín Aguilar es un canto al futuro, al futuro que quiere ser distinto de lo que ya ha sido; un nuevo tiempo de incertidumbre pero de inevitable seguridad. Un canto al yo que se desprende de su identidad para volverse herencia, deseo y patria verdadera.
SESI GARCÍA