Edith Stein Courant nació en 1891 en Bresláu (Polonia), en el seno de una familia judía de clase media.
De carácter fuerte, alegre y voluntarioso, Edith pronto destacó en la escuela por su compañerismo e inteligencia. Su espíritu de superación la llevó siempre a buscar la verdad sobre el ser humano y el mundo.
En 1921 leyó la autobiografía de santa Teresa de Jesús y tomó la firme decisión de convertirse al catolicismo.
En 1934 se hizo carmelita descalza. Trabajó en estudios filosóficos sobre santo Tomás de Aquino y san Juan de la Cruz, mientras era perseguida por su condición de judía. En agosto de 1942 la apresaron y trasladaron a Auschwitz, donde fue asesinada.
Por su ejemplo de valentía, alegría y ofrecimiento de su vida por el pueblo judío, del que nunca renegó, Juan Pablo II la canonizó el 11 de octubre de 1998.