Detrás de muchas enfermedades mentales y psicosomáticas, sin olvidar los trastornos del comportamiento y los desórdenes relacionados con el miedo y la somatización, se esconden vivencias traumáticas como su causa principal o secundaria. Lo que este libro propone es que todas las personas disponen de un gran potencial de fuerzas autocurativas, que se puede estimular y respaldar.
A partir de la experiencia clínica que su labor de muchos años con pacientes traumatizados le ha proporcionado, Luise Reddemann ha desarrollado un concepto terapéutico que se sirve de un sinfín de ejercicios de imaginación con el objetivo de ayudar a los pacientes a escuchar la voz de su sabiduría interior y a hacer posible el libre fluir de su energía curativa.
En una primera fase, las imágenes interiores sirven de apoyo para encontrar estabilidad interior, crear mundos internos de consuelo, ayuda y fuerza, opuestos al de las vivencias traumáticas. Sólo entonces se procede a la segunda fase, la confrontación con el trauma, en la que las técnicas imaginativas acompañan al paciente en su "encuentro con el miedo" y le ayudan a darle un nombre al horror. En una tercera fase, se acepta la propia historia y las experiencias terribles se integran en el contexto de la vida, de modo que la persona pueda orientarse de nuevo y encarar un futuro positivo.
La arteterapia y los ejercicios corporales con fines terapéuticos del qigong constituyen un complemento importante para el trabajo con imágenes interiores. Un capítulo está dedicado especialmente al tratamiento de traumas en niños y jóvenes mediante la psicoterapia imaginativa.
El enfoque empático que propone este libro ofrece a los especialistas un amplio abanico de ideas y ejercicios que les ayudarán en su trabajo con pacientes traumatizados. La lectura de este libro puede resultar muy beneficiosa también para las víctimas de un trauma y para todo aquel que sufra trastornos de naturaleza psíquica o desee ayudar a una persona que los padezca.