Las empresas del siglo XXI, grandes y pequeñas, tienen que sustituir el paradigma capitalista que proclama la maximización del valor para el accionista por la creación de grandes productos que estén al servicio del bien social, de acuerdo con el lúcido manifiesto de la profesora de la Universidad de Harvard, Rebecca Henderson.
El esquema conceptual de Henderson para un renovado capitalismo rentable, equitativo y sostenible está basado en una nueva forma de pensar acerca del propósito de las empresas, su papel en la sociedad y su relación con el estado.
Para combatir la progresiva degradación medioambiental, la desigualdad económica y el colapso institucional, Henderson identifica cinco áreas clave reforma:
? Creación de valor compartido entre empresas y consumidores.
? Desarrollo de organizaciones orientadas a una causa o a un propósito.
? Establecimiento de parámetros o criterios de medición que cuantifiquen el impacto de las prácticas empresariales.
? Cooperación en la elaboración de normas sectoriales de sostenibilidad y autorregulación.
? Apoyo del sector privado a las reformas democráticas.
Henderson apoya su reivindicación de que tales cambios son posibles poniendo numerosos ejemplos de la vida real, entre ellos:
? El desarrollo rentable de una cadena de suministro sostenible para el té en Unilever.
? El compromiso de King Arthur Flour con el empoderamiento de los empleados.
? La derogación parcial del proyecto de ley de “lavabos públicos” en Carolina del Norte.
Henderson defiende que solo una nueva forma de capitalismo puede impulsar la innovación y el crecimiento que mejorará significativamente la vida de un número mucho mayor de personas. La reinvención del capitalismo también llevará a un reequilibrio fundamental del poder del mercado con unas formas de gobierno responsables y democráticas y con una sociedad civil fuerte.