La acción de LA COMEDIA NUEVA es sencilla: El autor dramático, su familia y amigos almuerzan en un café cerca del teatro donde se estrena su primera comedia. Son las tres y media (según el reloj del pedante don Hermógenes) y el espectáculo comenzará a las cuatro. Bastante más tarde, después de que estamos enterados de todas las ilusiones que se han formado los personajes por el éxito de la comedia, se pregunta de nuevo la hora, y el mismo don Hermógenes responde: Yo lo diré. Las tres y media en punto. Todos se precipitan al teatro habiendo perdido el primer acto y la tonadilla, llegando apenas a tiempo para presenciar el alboroto. Todos vuelven al café y se resignan a la pérdida de sus ilusiones. Don Eleuterio, el autor, es el compedio de todos los malos autores que escribían en aquella época, y su comedia un monstruo imaginario, compuesto de todas las extravagancias que se representaban en los teatros de Madrid.Por su parte, si EL SÍ DE LAS NIÑAS se representó con aplauso excepcional para la época, fue porque su argumento, particularmente grato a Moratín y desarrollado además por un buen dramaturgo, corresponde a una de las preocupaciones esenciales del público de la época: el conflicto de la autoridad paterna y la libertad de los hijos, el de los imperativos sociales y los derechos del amor, es decir, del individuo, esencialmente de la mujer.Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión que la juventud padece; éstas son las seguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el sí de las niñas... Por una casualidad he sabido a tiempo el error en que estaba...El sí de las niñas. Acto tercero, escena XIII.