El propósito de Don Juan Manuel, como el de su tío Alfonso X, es sentirse partícipe de la alta tarea de mantener el saber y de transmitirlo para que el hombre logre alcanzar su único destino: la salvación de su alma. Don Juan Manuel concibe esta conciencia de escritor como una posibilidad de desarrollar las obligaciones de su estado social: él, que se siente el noble más poderoso de su época, que disputa con soberbia sus territorios y derechos, se mostrará también orgulloso de su actividad de fazer libros y se defenderá con dureza de aquellos que le criticaban por dedicar su tiempo a esta labor. (...) Los libros de exemplos son obras que pertenecen al grupo de la prosa de relato didáctico; su intención es encauzar hacia el interior del individuo consejos, avisos o castigos, que sirvan de elemento reflexivo y controlen las acciones de los hombres en su peregrinaje terrenal.