Los Estados Unidos y el Canadá forman una unidad cultural en el norte del continente americano. Sus características, políticas y económicas difieren sensiblemente de las del resto del continente latinoamericano. Se intenta en esta obra señalar cómo se ha llegado a la actual realidad, partiendo del análisis del medio físico, las etapas del poblamiento, el dinamismo de la población, y especialmente su diferenciación étnica y social que enriquece y distorsiona el crisol americano, especialmente el urbano, dado que las ciudades se han convertido en la gran plataforma de hábitat de los territorios de América del Norte, constituyendo un magnífico laboratorio social donde se superponen y mezclan problemas que ensombrecen y ensanchan el horizonte americano.