Yo era muy pequeña cuando mi madre me dijo por primera vez: «Hija, siempre hay un roto para un descosido» y aún hoy no sé quién es quien.
[02026;] ¿Tú eres roto o descosido? Supongo que la respuesta depende del momento en que estés leyendo esto. Si finalmente te atreves a comenzar este libro, sus versos te llevarán por diferentes situaciones en las que nos sentimos rotos, deshilachados, pero también a salvo, libres de cicatrices, renovados02026;
Me gustan las personas que se desnudan y dejan que veas sus parches, de diferentes colores, tejidos y texturas02026; con decenas de historias que dibujan una silueta única y siempre dispuesta a volar cada vez más alto.
Hoy te extiendo mis manos llenas de costuras, te tiendo hilo y aguja para que juntos sigamos escribiendo esta historia.