Un examen de nuestro presente; una disección de la cultura como gran guiñol; una defensa de la política como disyunción e intermediación y una apuesta por la educación y la acción transformadora.
En Crónica crítica Josep Casals somete a examen nuestro presente. Lejos de lo que es moneda corriente –como la crónica periodística–, Casals enhebra una sucesión de fragmentos en los que reflexiona en primera persona y disecciona los patrones de la cultura como gran guiñol. Con rigor y coraje, el autor se expone y se confronta a poderes actuantes en ámbitos cercanos y de los que ha tenido experiencia.
En la primera parte del libro, Casals analiza el connubio entre los media y la política-espectáculo, la a? nidad entre burocracia y tecnolatría, la desvalorización del lenguaje en el marco de la
«comunicación», la imposición de pautas empresariales y clientelares en la universidad…; a lo cual enfrenta contramodelos que apuntan a una subjetivación plural, abierta y en devenir. En la segunda parte ahonda en la historia y enumera actos y omisiones que han desembocado en escenarios recursivos, a la vez que atiende al nexo entre libertad e imprevisibilidad y muestra el carácter polisémico de nociones como identidad o soberanía. Toda una sintomatología de crisis aflora en un rosario de «eventos» entre lo premoderno y lo «posmoderno»: las comedias de «negociación», el procés y el juicio (televisado) contra sus dirigentes, la lógica subyacente en la sentencia del Tribunal Supremo… Y también aquí Casals se muestra implacable en el juicio crítico ante las posiciones en liza. Mirando a un horizonte de complejidad, el libro opone a la puerilización y al consenso gregario una defensa de la política como disyunción e intermediación y un ensamblaje de educación y acción transformadora.