Acuciado por graves problemas económicos, que incluso ponen en peligro su propósito de casarse con su prometida, Stephen Glennard, el protagonista de esta novela corta de Edith Wharton publicada en 1900, decide vender a través de un conocido, y poniendo buen cuidado en que nadie sepa que iban dirigidas a él, todas las cartas que le escribió una célebre escritora ya fallecida, Margaret Aubyn, con la que mantuvo una tormentosa relación en el pasado. Gracias al dinero que le reporta la venta de las cartas, Glennard consigue poner los cimientos de una nueva existencia en la que todo le sonríe: sus negocios marchan bien, disfruta de un feliz matrimonio con Alexa Trent, tiene una intensa vida social... El libro que recoge las cartas de Margaret Aubyn se convierte, al poco de publicarse, en un éxito de ventas que continuamente está presente en las conversaciones del círculo de amistades del protagonista. Debido a esto, pronto son otras preocupaciones, muy distintas de las económicas, las que empiezan a proyectar una sombra sobre la plácida vida de Glennard.