Este libro, continuación de su obra anterior, Memorial de transiciones (1939-1978), versa sobre la fundación y siembra de la democracia actual entre 1978 y 1983. Los agentes del cambio fueron muchos, entre ellos la UCD, nacida de un rápido proceso de incorporación de gentes valiosas, que triunfó en dos elecciones generales y luego sufriría una desbandada rápida, triste y sin precedentes. El autor describe los cambios sociales al final del franquismo y retrata con agudeza y cercanía la personalidad de los presidentes Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo, de sus opositores Felipe González y Alfonso Guerra, y de otros políticos. Describe la renovación jurídica e institucional que se llevó a cabo, el impacto del terrorismo y la violencia durante la Transición, incluida la del 23-F. Presenta, además, un análisis del complejo mundo de la educación, sus actores, aspiraciones y conflictos, así como de la evolución de las identidades colectivas en la España autonómica y del nacionalismo. Apoyándose en documentos nada o poco conocidos, Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona expone el proyecto centrista sin autocomplacencias ni autoflagelaciones, y relata una historia, de base autobiográfica, sobre los éxitos y fracasos de UCD, cuyo legado cree positivo y respetable para las nuevas generaciones.