Se trata, en el orden histórico, de la segunda obra teórica (la primera es la de Nebrija, 1517) de este género en el panorama de nuestra filología y uno de los más valiosos documentos para conocer la situación fonética del español en el siglo xvi. El Tratado de Orthographía se imprimió por primera vez en Toledo, 1531, y desde entonces no sabemos que haya vuelto a ser reproducido. Su autor, toledano de cuna y sepultura, es muy conocido para los que se dedican a la Literatura, pues no en vano su Agonía del Tránsito de la Muerte ha sido considerada por M. Bataillon como la obra maestra de la ascética española en la época de Carlos V, pero su merecida fama no alcanza hasta quienes se dedican a la Lingüística. La edición actual, precedida de un preciso y documentado estudio del Prof. Nieto Jiménez, pretende llenar una laguna en nuestra historiografía lingüística.