La Gramática castellana de Vicente Salvá fue quizá la de mayor prestigio y difusión de su época, tanto en España como en Hispanoamérica, y aún hoy sorprende al lector actual por la finura de sus observaciones, por la precisión y claridad en el tratamiento de los problemas idiomáticos concretos, así como por la exhaustividad de muchas clasificaciones morfosintácticas apoyadas en abundantes ejemplos y en citas literarias. El texto de la Gramática de la lengua castellana, preparada por Margarita Lliteras, sigue fielmente el de la última edición revisada por el autor en 1847, dos años antes de su muerte. Ha sido modernizada la ortografía y la puntuación, a la vez que se han corregido las erratas y se ha adecuado la presentación del texto a una lectura moderna. La edición contiene también las variantes de la Gramática con respecto a las redacciones anteriores igualmente cuidadas por Salvá.